miércoles, 27 de agosto de 2014

Aragón, Marca Superior de al-Andalus

En el valle del Ebro los musulmanes apenas encontraron resistencia. Tras el impacto sorpresa de los primeros momentos, los restos de la nobleza goda comenzaron a reorganizarse, aliándose con sus antiguos enemigos de las montañas del norte. Por ello, los musulmanes se vieron en la necesidad de crear tres grandes delimitaciones fronterizas, denominadas Marcas. El actual Aragón quedó englobado en la Marca Superior de al -Andalus. Esta marca comprendía, además de Aragón, los distritos de las ciudades de Lérida, Tarragona, Tortosa, Tudela y Calahorra.

Pocos años después de la conquista quedaron claramente delimitados los tres territorios: el norte perinaico, que fue sometido; y la zona central del valle del Ebro y el Sistema Ibérico, que fue ocupada. De ahí la gran diferencia histórica entre ambas. Mientras el sur y el centro del actual Aragón se islamizaron muy deprisa, el norte tendió a independizase y allí surgieron los primeros núcleos de resistencia al Islam, en los que se reafirmó el cristianismo en un intento de agudizar diferencias entre unos y otros.

Pronto llegaron inmigrantes musulmanes para instalarse en los territorios conquistados en Aragón. Quizá por se una zona peligrosa y de frontera, la mayor parte de estos emigrantes eran de estirpe árabe. No obstante, la mayoría de la población era muladí, nombre que recibieron los indígenas recién convertidos al Islam.

martes, 26 de agosto de 2014

La Edad de oro del judaísmo aragonés y la reacción antijudía

judería Borja
Judería de Borja

El reinado del Pedro el Grande, antes de que se viera obligado a suscribir el Privilegio General de la Unión, constituyó la Edad de Oro del judaísmo aragonés. Y lo fue de tal modo que se produjo un hecho irrepetible: la participación judía en el servicio directo y personalísimo del monarca y su intervención en la magna tarea de regir los destinos del Estado.

El declinar de esta fase expansiva comenzó con la reacción antijudía producida como rechazo a la política exterior de Pedro III, ya que se consideraba a los judíos fieles agentes de la realeza. En 1283 marcó el momento en que los judíos fueron desposeídos de los cargos públicos con poder sobre los cristianos. Todo ello, unido a una política impositiva cada vez más asfixiante sobre unos recursos limitados, obligó a tomar medidas de exoneración parcial de impuestos y a prohibir la emigración del reino.

A lo largo del reinado de Jaime II (1291-1327) se establecieron pautas políticas que permanecieron en vigor en los siglos sucesivos: ropajes con señales distintivas, reglamentación del préstamo usuario e intensificación de las campañas catequizadoras. Sin embargo, algunos sucesos, como la propagación de rumores sobre crímenes rituales empezaron a proyectar sus sombras. Además, buena parte de los judíos expulsados de Francia atravesaron los Pirineos en 1306 y desataron los recelos de una Inquisición que se fortalecía día a día. Por si todo ello fuera poco, los pastorelli (un movimiento de baja extracción social proveniente de Francia) se dedicaron al saqueo y aniquilación de las juderías de Montclús y Jaca en 1320, con el pretexto de liberar la Granada irredenta.

Ante esta situación, Pedro IV desarrolló una política regeneracionista con el fin de restaurar el poder tributario de sus vasallos a cambio de adoptar medidas para estabilizar la lucha interna que se había desatado. De ahí los intentos estériles por crear un alto comisariado para asuntos judíos. En 1354 se celebró un encuentro para crear una especie de confederación. El proyecto fracasó, pero la reunión permitió a los congregados expresar sus quejas.

La Peste Negra propagada en 1348 produjo cuantiosas pérdidas demográficas. Llegó a crear problemas de entidad, como las sucesiones intestadas o la ausencia de dirigentes aptos para las tareas de gobierno, lo que posibilitó la ascensión de las clases inferiores al poder. La turbación desencadenó nuevas violencias, que obligaron a los judíos oscenses y montisonenses a guarecerse dentro de sus murallas.

En la fachada occidental del reino, la Guerra de los dos Pedros castigó las juderías fronterizas de Tarazona, Borja, Calatayud, Albarracín y Teruel. Tan sólo Daroca interpuso sus bastiones al avance castellano. El caserío hebrico turiasonense y bilbilitano fue pasto de las llamas, y sus respectivas sinagogas tuvieron que ser reconstruidas en la década de los setenta.

lunes, 25 de agosto de 2014

La extinción y los exilios

En el contexto de la consolidación del Estado Moderno, uno de cuyos postulados era la uniformidad de las creencias, se firmó, el 31 de marzo de 1492, el Edicto de Expulsión, con que se ponía fin a la presencia del judaísmo actual España. Oficialmente (que no realmente) se les imputaban los delitos de poselitismo y el ejercicio de la usura desmedida.

Disponían de tres meses para partir o bautizarse. Para asegurar el cobro de los acreedores se colocaron guardas en las juderías y se inmovilizaron e inventariaron sus patrimonios. Los acreedores se dividieron en dos grupos: individuales y colectivos (el municipio, la iglesia, los suscriptores de censales). Estos últimos habían de ser satisfechos con inmuebles y créditos exigibles, mientras que los primeros debían contentarse con los bienes restantes.

El rey exigió un tratamiento prioritario. Se obligó a los judíos a la redención de los impuestos ordinarios (pecha, cena de ausencia y presencia, lezda y caballerías) y extraordinarios (maravedí, maridaje, coronaje y usura), a razón de un 4-5% de interés. su redención se lograba a través del embargo de los créditos de las familias más acaudaladas, metales preciosos y viviendas. Los poderes públicos lucharon para que las juderías, que pasaron en su inmensa mayoría a manos de los concejos, cobraran nuevo dinamismo mediante incentivos fiscales, traslados forzosos o reformas urbanísticas.

Los itinerarios seguidos por los expulsos (custodiados por Martín de Gurrea) los condujeron a Navarra y a los puertos mediterráneos. Los judíos de Huesca, Jaca, Ejea, Monzón, Biel y Tamarite salieron por Tarragona; los de Zaragoza, Fuentes, Calatayud, Almonacid, Arándiga, Quinto, Illueca y Alagón por tortosa, y los de Ariza, Epila, Daroca, Albarración, Huesa, Belchite y Teruel por Sagunto.

Dos fueron los destinos definitivos. Uno transitorio, en le reino navarro; y otro, llamado a ser permanente, en torno a las riberas bañadas por el Mediterráneo: Marsella, Italia (Nápoles, Génova, Ferrara, Roma); y el Magreb (Tripoli, Tunis, Bugía) y Palestina.

Fernando II instruyó medidas para fomentar las conversiones: religiosas (proselitismo doctrinal), coercitivas (reclusión de rabinos, decomisación de libros litúrgicos, incomunicación), socio-familiares, jurídicas (estatus) y económicas (devolución de los bienes). De los 8.000-9.000 judíos aragoneses, emigraron 5.000 y 6.000 de los cuales retornó un porcentaje indeterminado en el periodo comprendido entre 1492 y 1499.

jueves, 21 de agosto de 2014

La aljafería, obra maestra del arte taifal


La actividad urbanística fue pareja a un intenso desarrollo de la arquitectura. De entre todos los monumentos islámicos de Aragón, el más notable es el Palacio de la Aljafería, sin duda el edificio musulmán más importante de todo Occidente en siglo XI. sus orígenes radican en un gran torreón, conocido como del Trovador, que se rodeó de un recinto con torreones ultrasemicirculares en sillares de alabastro en el siglo X, imitando las murallas romanas de Zaragoza.


Pero lo más notable de la Aljafería es el palacio que en su interior mandó construir el rey al-Muqtadir, llamado Abu Ya´far, de donde tomó su nombre la Aljafería. Este monarca, mecenas de las artes y de las letras, ordenó la construcción de un palacio que causara asombro al visitante y fuera a la vez marco idóneo para los poetas, científicos y filósofos que se concentraron en su corte de Zaragoza.



Al-Muqtadir construyó este magnífico palacio basándose en una estructura de patios y pabellones anexos. El ahora llamado patio de Santa Isabel era el que articulaba todo el espacio como lugar central. Estaba orientado en sentido norte sur y tenía dos pórticos, el sur se componía mediante pilastras y arcos mixtilíneos y el norte daba acceso a la zona de recepciones y a las habitaciones privadas del monarca.

En la construcción de este palacio se usaron materiales muy diversos: tapial para los muros, ladrillo para los arcos, yeso para las decoraciones, alabastro para los zócalos y capiteles y hasta mármol de Carrara para pavimentos y columnas.





miércoles, 20 de agosto de 2014

Las poesías de Marcial

Marcial
fuente: wikipedia
Marcial es uno de los pocos personajes de la región cuya vida conocemos con cierto detalle gracias a la fama que alcanzaron sus poemas.

Nació en Bilbilis hacia el 38-41 después de Cristo y en el 64 se dirigió a Roma en busca de fortuna. Allí frecuentó los círculos literarios más importantes y trabó amistad con Quintiliano de Calagurris, Juvenal y Plinio el Joven.

Durante varios años gozó de gran popularidad merced a sus "Epigramas", poemas satíricos en los que fustigó los vicios y costumbres de la Roma de sus días. Su proximidad a Domiciano le situó en una difícil situación al subir al trono sus antagonistas Nerva y Trajano que impusieron un estilo de vida más austero en la ciudad. No consiguió ganarse su simpatía y, desanimado por las dificultades a las que debía enfrentarse a sus cincuenta años, decidió regresar a su tierra natal.

Fue su amigo Plinio quien le costeó el viaje de regreso a Hispania en el año 98 d.C. Hasta su muerte en el 102 o 103 vivió en Bilbilis

jueves, 14 de agosto de 2014

Musa ibn Musa

De entre todos los musulmanes de la Marca Superior de al-Andalus, quizá sea Musa ibn Musa, descendiente de muladíes (cristianos convertidos al islam) el más significativo.

Musa ibn Musa es el personaje más importante de la poderosa familia de los Banu Qasi, herederos de un tal Casius, gran propietario de tierras de la zona de Ejea y Borja en los últimos tiempos del dominio godo y que se convirtió rápidamente al Islam conservando todas sus propiedades.

Nació hacia el año 800 y murió en el 862. Hijo de la navarra Onneca, hija del Jimeno de Pamplona (fundador de la dinastía que gobernó el reino de Pamplona durante un siglo) y de Musa ibn Fortún, principal representante de la familia Banu Qasi.

Reunía la herencia de las dos familias más poderosas, una cristiana y otra musulmana, de los territorios ubicados entre el Ebro y Pamplona. Para fortalecer este pacto entre los Banu Qasi y los pamploneses, se casó con Assona, hija del rey Iñigo Arista de Pamplona y hermana del futuro rey García Iñiguez. De este matrimonio tuvo cuatro hijos (Lubb, Mutarrif, Fortún e Isma´il) y una hija (Oria).

Pronto adquirió una gran relevancia y fue nombrado gobernador de Tudela, una de las ciudades más importantes de la Marca Superior. Su carácter indomable y rebelde provocó en algunas ocasiones la ruptura con el poder de los emires cordobeses, lo que no impidió que fuera confirmado en su cargo varias veces.

Fue un gran caudillo militar y alcanzó un poder y una fama enormes. Llegó a convertirse en una verdadera leyenda para los musulmanes españoles, hasta tal punto que fue llamado "el tercer rey de España".

Muerto en una campaña en Guadalajara en el año 862, su fama creció aún más fomentada por el prestigio de sus hijos, que extendieron el poder de los Banu Qasi hasta dominar buena parte de la Marca Superior y craron en sus dominios un verdadero estado autónomo.

sábado, 9 de agosto de 2014

Alfonso I reconquista Aragón

En la penúltima década del siglo XI se instaló en tierras de la taifa de Zaragoza Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. Este caballero, lugarteniente del rey Sancho II de Castilla, tuvo que dejar su tierra al suceder a este monarca su hermano Alfonso VI con quien se enemistó el Cid.

Díaz de Vivar se alió con al-Muqtadir, rey musulmán de Zaragoza, al cual ayudó en algunas de sus luchas contra los cristianos. Desde Aragón conquistó Valencia, den donde se estableció como señor desde 1094 hasta su muerte en 1099.

Tras la muerte de al-Muqtadir, l, la taifa de Zaragoza cayó en una decadencia que ninguno de sus tres últimos monarcas pudieron evitar.

La segunda taifa que se creó sobre tierras aragonesas fue la de Albarracín. Allí, la familia beréber de los Banu Razin se hizo fuerte y desde comienzos del siglo XI consiguieron establecer un reine idependiente al abrigo de la protección natural del abrupto territorio.

En 1104 el reino de Albarración fue conquistado por los almorávides. Tras la expulsión de éstos en 1145 la taifa de Albarración fue gobernada por reyezuelos moros de Valencia y Murcia.

La presión de los cristianos desde el norte se fue haciendo más intensa a lo largo del siglo XI. En ocasiones los reinos taifas se vieron obligados a realizar pagos en oro y plata a los reyes cristianos con el fin de evitar sus ataques, aunque acabó siendo la ruina para las familias musulmanas y les convirtió en presa fácil.

A causa de esta debilidad, los reinos de taifas fueron conquistados por los almorávides a principios del siglo XÏI. En 1110 Zaragoza cayó en sus manos, fue depuesta la dinastía de los Banu Hud y nombrado Muhammad ibn al-Havy como gobernador de la ciudad.

En la primavera de 1118 un ejército compuesto por aragoneses y gentes del sur de Francia sitió Zaragoza que se entró al rey de Aragón el 18 de diciembre de 1118. Alfonso I concedió a los musulmanes unas capitulaciones muy honrosas (se les permitía vender libremente su patrimonio, mantener sus leyes y oficiales y quedarse a vivir en los arrabales de la ciudad).

Zaragoza volvía a ser, después de 400 años, una ciudad cristiana. El dominio de los musulmanes en Aragón contemplaba el principio de su fin, que culminaría con la incorporación de todas las tierras turolenses a lo largo del siglo XII.

Los musulmanes estuvieron presentes en Aragón durante 900 años, entre el 714 y 1610. De esos nueve siglos, cuatro fueron como dominadores y cinco como dominados. Tanto en una como en otra situación la presencia islámica aportó una serie de elementos que han perdurado en muchos casos hasta nuestros días.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Alfonso II

Primer soberano de la Corona de Aragón, Alfonso II el Casto fue rey de Aragón y conde de Barcelona desde 1162, marqués de Pontevedra (1166) y conde del Rosellón (1172).

Presidió en Zaragoza las primeras Cortes aragonesas documentadas y con asistencia de las burguesías urbanas (1164). Sus intereses transpirenaicos le enfrentaron con Navarra y Francia.

Se casó con Sancha (1174), hija de Alfonso VIII de Castilla, de la que tuvo a Pedro II y a Constanza, luego reina de Hungría. con el castellano firmó el Tratado de Cazola (Soria), en que Aragón adquiriría el derecho a conquistar el Levante islámico hasta Biar, reconociendo a Castilla los derechos sobre Murcia.

Conquistó, entre otras, Valderrobres, Gandesa, Orta, Ulldecona y Teruel, a la que dio fuero. Murió en Perpiñan en 1196

martes, 5 de agosto de 2014

Ramiro II el Monje

Hermano del Alfonso I el Batallador, monje en San Ponce de Tomeras (Francia), fue proclamado rey por los aragoneses. Los navarros decidieron separarse. Las Ordenes Militares exigían la ejecución del testamento alfonsino o grandes compensaciones y muchos nobles le negaron obediencia. El famoso el escarmiento a los rebeldes ("La Campana de Huesca").

Se casó con Inés de Poitiers, con quien tuvo a Petronila. Concertó los esponsales de la niña con Ramón Berenguer IV de Barcelona, desde su matrimonio (1151) hasta su muerte (1162), príncipe de Aragón. Guardó para sí el título de rey, sólo si Ramiro y Petronila morían sin descendencia lo tomaría Ramón Berenguer.

Ramiro se retiró a San Pedro el Viejo. El Príncipe-Conde, magnífico gobernante, llamado "el Santo" conquistó Tortosa y Lérida (1148), poblado a fuero de Zaragoza, Ciurana (1149) y Miravete (1150) e intervino en Castilla en el saqueo de Almería.

A su muerte,  Petronila esperó a la mayoría de edad de Alfonso, concedida a los doce años, y se retiró a Besalú.

lunes, 4 de agosto de 2014

El trazado de la Caesaragusta romana

Por desgracia, la mayor parte de las principales ciudades romanas de la región yacen hoy bajo el suelo de sus sucesoras modernas, que ocultan su fisonomía original.

Este es el caso de Caesaragusta, Osca y Turiaso.

Se conoce bien el antiguo perimetro urbano de forma rectangular, coincidente a grandes rasgos con el Ebro y el Coso (antiguo cursus). Se conservan algunos lienzos de la muralla, particularmente junto a San Juan de los Panetes y en el convento del Santo Sepulcro. Este límite fue trazado, según el antiguo ritual etrusco, por un sacerdote que conducía un arado tirado por un toro y una vaca blancos. Dentro de él, las calles se cruzarían en ángulo recto a partir de los ejes principales: el decumano máximo, que seguiría el eje este-oeste (que representa la proyección del decurso solar) y el cardo máximo, orientado de Norte a Sur.

Lo más probable es que el decumano coincidiera con la línea que forman las calles Mayor y Manifestación, terminando al este en una puerta. El cardo podría ir desde el Tubo hasta el puente de Piedra. La ciudad constaba con una red de alcantarillas, desde la que se han localizado algunos tramos y diversos edificios públicos; de los que que el mejor conservado es el teatro romano.

domingo, 3 de agosto de 2014

Alfonso I


Hermanastro de Pedro I, Alfonso I El batallador era fruto del segundo matrimonio de Sancho Ramirez. Es posible que naciera en Echo y fue educado en el monasterio de San Pedro de Siresa.

Conquistó Ejea, Tauste y Tamarite de la Litera. Casado con Urraca de Castilla, de la que se separó, llegó a titularse "imperator totius Hispaniae". Conseguida en Tolouse la condición de cruzada para la campaña, consquistó hasta la entonces inexpugnable Zaragoza (1118), con ayuda de su vasallo Gastón, vizconde de Pau, experto en asedios por sus campañas en Tierra Santa, y el Valle central del Ebro, con Tudela y Tarazona. Tras la victoria de Cutanda (1120) entró el Calatayud. Hizo una incursión por Andalucia (1125) para traer mozárabes a Aragón.

Deseoso de combatir en Jerusalén, quiso adueñarse antes de una salida al mar, por Valencia o Tortosa, pero fracasó. En el asedio a Fraga fue derrotado y herido, muriendo al poco en Poleñino (1134). Legó el reino, duplicado, a las Ordenes Militares. Los aragoneses no aceptaron la decisión.

sábado, 2 de agosto de 2014

Los primeros enclaves musulmanes

Con el reino de los visigodos en plena crisis debido a las luchas por el poder, los musulmanes atraviesan el estrecho de Gibraltar en la primavera del año 711 y derrotan al ejército godo. En apenas cuatro años conquistan toda la Península. En la primavera del 714 penetran en el valle del Ebro tras haber sometido Sevilla, Córdoba y Toledo.

En Aragón, los musulmanes se instalan en primer lugar en las ciudades de Tarazona, Huesca y Zaragoza, las tres viejas sedes episcopales visigodas. La presencia musulmana se consolidará gracias a la debilidad de los godos, la complicidad de los judíos y la alianza de algunos notables terratenientes que se convertirán al Islam para mantener sus propiedades. Estos arabizaron su nombre romano, como ocurrió con el poderoso Casius, que pasó a llamarse Qasi y dió origen a la influyente familia de los Banu Qasi, que durante muchos años ejerció un poder absoluto sobre las tierras de Borja, Tudela y Ejea.

El Islam, en cuanto a religión, no se impuso a la fuerza. Para aquellos que los musulmanes denominaban "gentes del libro", es decir, judíos y cristianos, había una doble alternativa, o convertirse al Islam o someterse. Dadas las grandes ventajas que suponía la conversión, la mayor parte de los habitantes de las ciudades y aldeas del valle del Ebro adoptó el islam como religión y se convirtió en musulmana. Una minoría prefirió mantener su religión cristiana, y fueron llamados mozárabes.

Entre los años 714 y 721 todo el actual territorio aragonés quedó englobado en el Imperio islámico; el avance musulmán siguió hacia el norte y no se detuvo hasta que los ejércitos francos derrotaron a los seguidores del profeta Mahoma cerca de la ciudad francesa de Poitiers, en el año 732. Para entonces, todo el sur de Francia, con las ciudades de Narbona, Tolouse y Lión, estaban en poder del Islam.

viernes, 1 de agosto de 2014

Pedro I

wikipedia
Nació posiblemente en Jaca en 1069, de Sancho e Isabel de Urgel. Gobernó, en vida de sus padre, Sobrarbe y ribagorza (1085). Se casó con Inés de Aquitania (1086).

Desde Naval, Monzón, Loarre y Montearagón logró la toma de Huesca con la batalla de Alcoraz (1096), en la que la tradición sitúa la ayuda de San Jorge a las armas aragonesas. fue la primera gran batalla campal de la Reconquista. Conquistó por segunda vez Barbastro (1100) y diversas plazas del Cinca, que luego se perdieron, llegando hasta Sariñena.

Insistió en las campañas de expansión hacia el sur y estableció junto a Zaragoza una avanzada (1101) a la que denominó Juslibol ("Deus o vol", Dios lo quiere), muestra de que Aragón participaba en el espíritu de las cruzadas.

De regreso a Huesca tomó, entre otras, la plaza de Bolea, que fortificó. Cooperó con el Cid en sus acciones valencianas y le dio por yerno a su hijo Pedro.

Murió durante una expedición al valle de Arán (septiembre de 1104)