martes, 25 de noviembre de 2014

El valle medio del Ebro se integra en la cultura mediterránea

wikipedia
Seiscientos años de gobierno efectivo y trescientos más de predominio cultural durante la monarquía visigoda resumen cronológicamente la presencia romana en la región aragonesa. Tan larga vinculación no se tradujo simplemente en una mera relación de dependencia, sino que dio lugar a un proceso de asimilación de las formas de vida romanas que borró casi por completo las previas tradiciones indígenas. Los vínculos, además, sirvieron para incorporar estas comarcas a un espacio histórico unitario de carácter netamente mediterráneo, el Imperio romano.

El papel de esta civilización fue determinante en la formación de la Europa medieval católica. La identidad aragonesa se fraguó desde entonces a través de la emancipación de la tutela navarra y de la superación de sus orígenes montañeses, en confrontación con los musulmanes del sur y a través de la asociación con los vecinos catalanes, primero, y castellanos después.

Cuando Roma inició su conquista de la Península en el 218 antes de Cristo, las tierras aragonesas se encontraban pobladas por gentes culturalmente diversas: ilergetes y sedetanos ibéricos en el Valle del Ebro y el somontano pirenaico; celtas al sur del río (celtíberos), en las Cinco Villas (suesetanos) y en otros puntos de la región; montañeses y también vascones.

Sus lenguas y tradiciones eran distintas aunque la cultura ibérica iba ganando espacio a las restantes en un proceso intensificado por la conquista romana

lunes, 24 de noviembre de 2014

Cronología: visigodos